El día de hoy, quiero dejarles la imagen de un hombre modelo en el ejercicio del buen periodismo; la fotografía de una mente perfectamente coordinada con el lenguaje, incapaz de amedrentarse ante los detractores de la libertad de expresión. Su nombre es Miguel Ángel Granados Chapa y porta ya, la máxima condecoración que otorga el Senado de la República: La medalla Belisario Domínguez (nombre en honor al valeroso senador combatiente del régimen porfirista).
Licenciado en derecho y periodismo por la UNAM, y doctor en Historia por la Universidad Iberoamericana, Granados Chapa ha recorrido más de 30 años de trayectoria, habiendo ocupado importantes puestos directivos en publicaciones de circulación nacional, así como en prestigiadas instituciones públicas. Fungió como director del semanario Proceso, subdirector editorial del diario Excélsior (en el año dorado de 1976), director del periódico La Jornada y también, como consejero ciudadano del Consejo General del Insitituto Federal Electoral.
Actualmente, el periodista nacido en la ciudad de Pachuca, Hidalgo, continúa escribiendo su columna Plaza Pública, gestada en el año de 1977. En su contenido, el autor demuestra un entero compromiso con la información fidedigna y la ventilación sin restricciones de situaciones y nombres de aquellas personas que afectan a la sociedad. Plaza Pública aparece impresa en los diarios de Grupo Reforma (Reforma, naturalmente; El Norte, El Mural, entre otros).
México felicita al maestro Granados Chapa por ser un informante en toda la extensión de la palabra y, de la misma forma, la comunidad de periodistas, incluyendo a los que nos encontramos en formación, nos unimos para celebrar la vida de un hombre en quien vemos el ejemplo indiscutible de vocación y profesionalismo para con el "oficio más bello del mundo", como bien lo bautizó Gabriel García Márquez. Por esa merecida presea, felicidades y larga vida a Miguel Ángel Granados Chapa: La Voz del Periodismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario